Había un hombre con poder político que atesoraba riquezas propias y ajenas en un rincón. Casi nadie conocía el escondite del miserable aquel. Desde siempre atesoraba monedas, y en la cocina escondía sus quesos y pan. Cuidaba todo el tiempo su escondite de provisiones que vivían siempre expuestas a la voracidad de ratas y gatos.…
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Ratas con licencia en Huajuapan: Horacio Corro Espinosa




