Los dos mundos de la cuarentena ¿en cuál luchas?: Jorge Luis Díaz

no me veras

Han pasado poco más de 30 días desde que el Consejo de Salubridad General del gobierno de México, declaró la llamada “emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor” debido a la propagación del SARS-Covid-2 en la comunidad.

La medida tomada el 30 de marzo pasado, estableció como estrategia principal una campaña meramente comunicacional que buscase persuadir a los mexicanos para que no realizaran actividades fuera de sus casas, mantuvieran la llamada “sana distancia”, e implementaran medidas básicas de higiene en sus hogares y centros de trabajo, para aquellos que fueran parte de las actividades “esenciales”.

Hasta el día de hoy la estrategia ha sido ampliamente cuestionada, por razones políticas, económicas o técnicas; el número de personas infectadas y fallecidas ha ido al alza; los hospitales se han empezado a saturar de contagiados; siguen existiendo personas, que, por diversas razones que no vamos a juzgar aquí, han desatendido la estrategia comunicacional; y el gobierno Federal ha ido alargando las fechas probables en las que la curva de contagios empiece a bajar, en fin.

De acuerdo a una reciente publicación de la multinacional Deloitte, son tres los escenarios estimados para México:

El deseable: una fuerte pero breve disminución de la economía (1 a 2 trimestres); el PIB cayendo un 11% en el segundo trimestre y un 8 % en el tercero; aumento de la deuda y del déficit público; caída significativa de las remesas y exportaciones, manteniendo todo el año una inversión privada en contracción. Repunte de económico de México se esperaría hasta el primer trimestre de 2021.

El probable: el PIB cayendo un 14% en el segundo trimestre, un 11% en el tercero y 7% en el último de 2020; empresas enfrentando graves problemas de liquidez; tensiones en el sistema financiero; sistema de salud sobrepasado; confianza empresarial deprimida todo el año y compañías tardando meses en equilibrar su producción. Recuperación se daría hasta el tercer trimestre de 2021.

El no deseable: el PIB cae 16% en el segundo trimestre, 13% en el tercero y 9% en el cuarto; la recesión se mantiene por más tiempo; grave aumento de la deuda de empresas y hogares; el sistema financiero se ve amenazado; México pierde grado de inversión; empresas se ven obligadas a cerrar indefinidamente; aumenta significativamente el desempleo. Recuperación de México se daría hasta inicios de 2022.

Mientras todo esto pasa o se espera en el mundo de afuera, también veo que acontecen noticias positivas en el mundo de adentro: veo amigos que se acercan más que antes a través de una llamada, o familias que dan sorpresas y felicitaciones por medio de un video; veo a profesionistas interesados en ayudar dando asesorías, clases, acompañamientos o terapias por internet; veo a Caritas México organizando una amplia campaña de donación de despensas para los que pasan hambre o perdieron su trabajo; veo a micro empresarios donando alimentos o insumos, a médicos y enfermeros que trabajan en los hospitales; veo rescatistas de perros trabajando como nunca, y además, concientizando a las personas para que una vez pasada la cuarentena no abandonen a quienes hoy les brindan compañía y “distracción”; veo familias que empiezan a cambiar dinámicas internas: el padre le ayuda a su hija con las clases de la SEP por televisión, los hermanos aprenden a rezar el rosario, papá y mamá recuerdan lo que es pasar un rato juntos; veo también a personas que se apegan a la oración, se organizan para la lectura, planean una sana distracción, restan tiempo al trabajo y hablan, mejor, sobre la importancia del ahorro; veo, además, a familiares que, en medio del dolor de un fallecido al que no pudieron abrazar por última vez o dar la santa sepultura, empiezan a entender lo crucial de tener el corazón preparado antes de partir, y entonces, empiezan también a creer en una vida más allá de la piel y de los huesos: el alma.

Eso es Dios.

Recientemente escuchaba al psicólogo Pedro Chávez, terapeuta familiar, asesor del Movimiento Familiar Católico en Puebla, quien hablaba de la importancia de controlar y formar nuestra mente en estos tiempos de cuarentena, de no darle cabida a los pensamientos negativos, sino todo lo contrario, y comprendía que, precisamente, ahora es cuando.

Ahora es cuando debemos sacar lo mejor de nosotros y exponenciarlo; trabajar en lo que había quedado inconcluso y terminarlo; reconciliarte con quien te había “ofendido” y perdonarlo, porque sabes que te necesita, que ambos lo necesitan; acabar esas últimas hojas del libro empolvado del año pasado; aprender a valorar a quienes hacen el aseo y ponerte realmente en su lugar: frente al trapeador ¡y a darle¡; alimentarte sanamente porque eres tú el que compras, lavas y coces las verduras en la casa; ser caritativo, cuando sales a llenar el garrafón de agua y antes de volver a resguardarte pasas por esa esquina donde sabes que está esa señora o esos niños con necesidades.

Definitivamente ahora es cuando.

Porque quien logre salir de esta contingencia, pero durante ella haya llenado su mente de pensamientos negativos o innecesarios, basando sus días de encierro en internet desenfrenado, chismes, críticas, redes sociales todo el día, exceso de alimentos, malas palabras, gritos, peleas, etc., saldrá del túnel corriendo a buscar satisfactores que llenen sus necesidades más carnales, más mundanas: compras excesivas, viajes, prostíbulos, bares, fiestas, desenfrene.

Pero quien, por el contrario, logre salir de la contingencia lleno de pensamientos positivos por haber alimentado su cuerpo, su mente y su alma, de autocontrol, autoestima, de perseverancia, paciencia, amor, oración, entre muchas otras bondades, al final del túnel, encontrará una maravillosa luz reflejada en él mismo, pero siendo alguien distinto, una persona más equilibrada, serena, justa, espiritual y humana. Eso es Dios.

No dudes nunca, que frente a esta cuarentena que vivimos, hay dos mundos, no importa en cual transites, te relaciones o luches, está el mundo de afuera, el de los números, la vida diaria, los problemas y los escenarios de salud, economía y empleo para México, y está el mundo de adentro, de quienes en medio de la cuarentena están creciendo en conocimiento, reflexionan, respiran, aprenden, ejercitan sus capacidades, valoran y alimentan su espíritu, para que una vez terminada esta situación, estén dispuestos a darle lo mejor de ellos a la humanidad.

Que así sea.

Jorge Luis Díaz
@CiudadanoCoke

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